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En un rincón entre tú y yo... entre nosotros

la estafa

la estafa
Hoy toca, pero hoy es de verdad
...todos deberíamos ser iguales...
...y es cierto...
se lo tomó más a pecho aquellos/as que controlan el cotarro de cada una de nuestras adquisiciones sean tabgibles o no.
Todo se ha convertido en moda y en beneficio para unos pocos.... los alternativos compran en inditex (pull and bear), los pijos también (massimo duty), los fashion  también (zara).... aquí falla algo.
Hay manuales que te enseñan a hacer el amor, hay locales publicos (pubs de noche) que te dicen cómo vestir, hay leyes que no contemplan a muchos, hay información que se veta incluso en internet, existen horarios de entrada y salida, estereotipos de lo que somos o no somos, las verdades existen aún siendo mentiras, la democracia es para todos aunque beneficie mas a unos pocos, el rey es rey porque sí.....los pobres también, las iglesias se vacían los domingos pero es reclamo para bodas y bautizos, se controla que no se consuma alcohol en la vía pública, pero no se controla el hacerlo con responsabilidad, no dejan pasaer por cualquier rincon del planeta sin visas, no nos dejan opinar porque no nos preguntan, nos cambian parques por centros comerciales, la reflexion por la prensa del corazón, casi nos obligan a hipotecarnos hasta la vejez y vivir agobiados, nos pagan poco, algunos funcionarios no hacen su trabajo como deberían (y se preocupan menos en supervisarlo que en gastos absurdos propangandisticos y más apoyo al sistema público), hay partidos poíticos que mienten, nos hacen egoistas, el sector privado va cogiendo escaños, es más importante un futbolista que el obrero que hace los estadios, la fama es cuestión absurda, lo ilegal es legal.......
y por supuesto un largo etcétera...
 
Hoy propongo algo.... ¿quién nos enseña a ser nosotros mismos?

1 comentario

Boris -

Amen hermano, pero de la manera menos místicista, tu ya sabes. Si compañero, es asi,la cosa trata de retratarse con el más listo de la clase, aquel que consiguión adoctrinar al mayor numero de, porqué no decirlo, de borregos.
La cuestion es ¿cómo podemos librar al mundo de esta alienación fulvurante e implacable?, pues creo que la cosa tiene mucho trabajo, pero ya todo se sabe en cuanto a nuestro pueblo, aquí solo salimos a la calle después de la siesta, vestidos de flamencos sorteando toros que por alguna razón alguien los suelta, pero ese alguien no es un trabajador, no, es un manipulador que ataca las espalda del más pintado "jipy".